UCR-PRO: la interna y la difícil receta duranbarbiana

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13 Junio, 2017 a las 15:30 hs.

Por Norberto G. Asquini



La conformación del frente entre la UCR y el PRO en La Pampa para las próximas elecciones legislativas no termina de cerrarse. A horas de vencer el plazo de inscripción de alianzas para competir en las PASO del 13 de agosto, continúan las negociaciones entre los radicales para intentar acordar entre ellos las condiciones para sumarse a sus socios en el Cambiemos pampeano.

Hay una sola decisión que parece trabar a todos: el radicalismo no puede garantizar que haya una sola lista, como pretende el PRO. Es una, o la principal, de las condiciones necesarias para conformar el frente opositor al PJ que representará en La Pampa al gobierno nacional. La otra, es que se incluya la palabra Cambiemos en la denominación, lo que ya está.

Se puede considerar que esta falta de acuerdo es producto del internismo radical, una característica propia de ese partido. Sin embargo, hay otras cuestiones de fondo: en parte es una disputa de poder con repercusión hacia 2019. 

La tesis duranbarbiana 

El PRO fue bien claro en su postura. Resignaba el candidato primero pero pretende una sola lista, una receta a lo Jaime Durán Barba, que unifique detrás a toda su tropa para evitar la dispersión de esfuerzos y votos, que se llame Cambiemos para revalidar la marca nacional en la provincia y que vaya en segundo lugar de la nómina una candidata amarilla que pueda ingresar al Congreso si se le gana al PJ. “Es un equipo para ganar, no solamente para participar “, se lo escuchó decir en las conversaciones al secretario de Deportes de la Nación, Javier Mac Allister.

Pero el radicalismo no puede garantizar la lista única porque hay una disputa entre lo establecido y lo que le hace frente. A nivel nacional el elegido para encabezar la lista, encuestas en mano, es el actual diputado Francisco Torroba. Fue “bendecido” por un artículo del diario Clarín que dio cuenta de los nombres para representar al gobierno nacional en cada distrito. “El apoyo que tiene Torroba en el votante común es inversamente proporcional a las resistencias que tiene al interior del partido”, afirma uno de sus seguidores. Y esto es lo que ocurre.

El diputado provincial Martín Berhongaray es quien quiere participar de las primarias para competirle. O ser el elegido en lugar de Torroba. Avisó, y se plantó, en los días previos a las negociaciones con una campaña preelectoral. Es que si bien la UCR puede llegar a lograr un acuerdo de dirigentes donde se comprometan a no presentar más de un candidato competitivo -en este caso Berhongaray-, esto no se puede cumplir en los hechos, ya que no puede haber restricciones para quien quiera inscribirse para competir. El legislador provincial además se adelantó con su campaña porque no quería quedar después de que se inscribiera la alianza como el que rompía el acuerdo. El que avisa, no traiciona. 

Mirando a 2019 

Pero además esta disputa entre sectores radicales es por la configuración del campo opositor hacia adelante. El acuerdo nacional tiene como cláusula no escrita que el radicalismo encabezará la lista actual para mantener su diputado en el Congreso y que en 2019 el presidente Mauricio Macri, de ir por la reelección, designará al posible candidato a gobernador, que sería Mac Allister. Este acuerdo no escrito y que trascendió a los medios, es resistido por algunos dirigentes, como es el caso de Berhongaray y el presidente de la UCR, Hipólito Altolaguirre -que en su primera negociación, está haciendo agua-. Enfrentados a Torroba, no quieren que quede un precedente peligroso para la posición de sus sector de cara a las próximas elecciones.

Mientras tanto, el PRO espera una definición. “Si no hay una sola lista, se presenta Mac Allister como Cambiemos y listo”, sentencia un vocero amarillo ya cansado de tantas idas y venidas. Las conversaciones siguen en el radicalismo, y este martes se reunirán los intendentes del sector para dar su opinión e intentar destrabar la cuestión. Y también están las presiones: hubo pedidos de la municipalidad de Santa Rosa, gobernada por el intendente Leandro Altolaguirre, a Nación por fondos, que fueron supeditados a que se cierre el acuerdo.

El peso de la necesidad 

En la mayoría de los distritos del país ya están definidos los candidatos de las lista unificadas, salvo en la Ciudad de Buenos Aires donde no va a haber Cambiemos y cada fuerza irá por separado. Los radicales pampeanos sienten el peso de tener que cerrar el acuerdo, hoy dificultoso, para no quedar como los únicos que finalmente no pudieron hacer la alianza local. Y a pesar del voto vergüenza de muchos que todavía no sienten como propio un frente con el PRO, atado más por la conveniencia que por la convicción. De hecho, la decisión del socialismo de no integrar esa coalición que representará al presidente Macri en La Pampa puso a muchos dirigentes en una posición política e ideológica incómoda. Así se lo vio al presidente del partido, ya resentido pero resignado a la postura de sus socios provinciales. Pero hoy las necesidades políticas son más importantes.

Mientras tanto, el PRO sigue aguardando una definición que puede llegar este martes o sobre el cierre del plazo para inscribir las alianzas el miércoles. Por estas horas, la estrategia duranbarbiana de una sola lista para la marca Cambiemos no es posible.