Uno de los puentes dañados casi 2 años atrás ya estaría listo. Faltaría terminar el otro y realizar reacondicionamientos en las vías.
La culminación de una de las obras invita a ilusionarse, soñar con oír pronto el traqueteo por las vías metálicas, el sonido de los frenos accionándose para detenerse en la Estación del centro; imaginarse las sonrisas de chicos y grandes ante la presencia del bólido de acero, imponente, lujoso, ese que supo ganarse el cariño de los pobladores que hicieron lo mejor que podían hacer: usarlo.
“El tren llegó para quedarse”, dijeron en su vuelta. Sin embargo la lluvia y las inundaciones de dos años atrás pusieron en un himpas ese logro que llevo casi dos décadas conseguir. El tren volvió, pero la madre naturaleza, y la decidía del hombre, nos lo arrancó rápidamente.
Sin embargo, buenas noticias llegaron el último fin de semana y la llama de la ilusión de despierta nuevamente. “A 22 meses de la suspensión de los servicios a La Pampa, las fotos muestran el avance de las obras. Ayer se realizaron las pruebas dinámicas del nuevo puente”, informó el colega Christian Azzi.
El joven, todo un especialista en lo que hace a cuestiones de transporte ferroviario, aclaró que ahora “resta esperar que el Río Salado dé tregua para que avancen los trabajos en el segundo puente”.
De hecho el mencionado río retrasó los trabajos bastante tiempo, ya que con sus embates no solo no permitió el trabajo de los operarios, sino que hasta se llevó los materiales destinados para las tareas.
Como el servicio Retiro-General Pico se encuentra suspendido a la espera de la culminación de todas las obras necesarias, se aprovecharía la ocasión para la renovación de parte del entramado ferroviario.