Oculta en distintos alimentos, no aportan ningún valor nutricional y son dañinas para la salud.
El Centro de Investigación Alimentación Saludable, con sede en Moscú, ha culminado un estudio donde alerta del peligro de un componente que consumimos a diario y debería ser completamente excluido de nuestra dieta, las GRASAS TRANS.
Las grasas trans son excepcionalmente dañinas y absolutamente inútiles: los estudios demuestran que no tienen ningún valor nutricional y aumentan el nivel de ‘colesterol malo’ en el organismo, contribuyendo a la aterosclerosis (formación de placas escleróticas en las paredes de los vasos sanguíneos).
A manera de ejemplo, se cita el caso de la ciudad de Nueva York (EE.UU), que en el 2007 introdujo una prohibición legislativa sobre la utilización de las grasas trans. Años después el estudio halló que la mortalidad por infartos y accidentes cerebrovasculares había disminuido en un 6,2%.
La mayoría de grasas trans se encuentran en productos de confitería y panadería, productos culinarios y en la masa de hojaldre. Las grasas trans se utilizan muy a menudo en la producción de comida rápida.
Las grasas trans de origen natural se pueden encontrar en la carne de vaca y en los productos lácteos, pudiendo suponer hasta el 8% de la grasa natural del producto. El organismo de este animal actúa como una fábrica química natural, creando una especie de moléculas trans en el estómago. Por lo tanto, es más seguro y sano comer carne y productos lácteos bajos en grasa.
Desde el organismo advierten de que hay productos en los que las grasas trans ‘se esconden’ bajo otros nombres: “grasas parcialmente hidrogenadas“, “grasas endurecidas” y “grasas modificadas“, hay que prestar especial atención a estos y evitarlos.
