Marche una docena de “Tortas Negras” de Calzada

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20 Mayo, 2017 a las 14:03 hs.

En el día de ayer, tras el incendio que no fue incendio, no pudimos dejar de rememorar una nota que infopico.com publicó el 25 de Agosto de 2011 sobre las famosas “Tortas Negras” de Calzada. 



Me das cuatro… Yo quiero ocho… diez para mí… una docena por favor…. Así, uno a uno, los clientes iban bajando la bandeja de Tortas Negras que estaban arriba del mostrador. Raúl “Cacho” Calzada (51), junto a su esposa, Noemí Pereyra, atiende la panadería que arrancó hace 53 años -publicamos en el 2011, osea 59 años hoy- de la mano de sus padres y que hoy, ubicada en calle 22 entre 101 y 103, sigue siendo un punto de referencia en esta ciudad.

Raúl Calzada padre, falleció a los 62 años en la cuadra de la panadería en brazos de su propio hijo a las cinco de la mañana de un 26 de octubre. Arrancó trabajando en la panadería De La Mata ubicada en calle 22 y 15, donde después funcionó por un tiempo el Banco de Desarrollo. Esto ocurrió hace 53 años. Esta cerró en el año 1958 y Raúl Calzada decidió tener su propia panadería. En ese emprendimiento lo acompañó su esposa Elvira, que trabajaba en la vieja Ford, pero que decidió renunciar para acompañar a su marido en este proyecto.

Todo comenzó un 6 de noviembre de 1958. El mismo se hizo el horno de ladrillos a leña que actualmente se utiliza para realizar las “tortas negras. “Es increíble. Todavía está parado y sigo usando el molde de las tortas negras que usaba mi papá”, narra “Cacho”, mientras no deja de atender cliente tras cliente que ingresa al local.

Cuenta que la “torta negra” surge porque era fácil de hacer “y llevaba una masa simple y rápida”. Cuando se le pregunta por la cantidad que se hacen diariamente, manifiesta que depende mucho de los días “pero está claro que cuando llueve no tengo siesta”.

Raúl señala que le hubiera gustado seguir estudiando. “Nunca tuve problemas en el colegio, pero alguien se tenía que hacer cargo, mi mamá estaba muy enferma y esto se terminaba así que decidí acompañarlos”. Al principio, cuando estaba su papá, éste iniciaba el trabajo y “Cacho” lo terminaba. “Todo me llevó tiempo aprenderlo e inclusive prender el horno”.

Lo que sobra no se tira. A la tardecita llegan muchos amigos e instituciones del medio entre los cuales se reparten lo que sobra “De cada cliente un amigo” versa un cuadro con la foto del frente de la panadería “esto es lo que quiero –afirma-, te puedo decir que conozco el nombre de cada uno de los clientes que tengo”. Así los recibe a cada uno cuando llega, mientras no deja de meter un bocadito y nombra a su querido Rácing de Avellaneda..

La panadería tiene una vigencia de 53 años. “Mi papá trabajó durante 30 años y yo hace 23 que estoy en ella”. Actualmente recibe a la tercera generación de los clientes que fueron del papá. Es que las “tortas Negras” de Calzada ya no se circunscriben a General Pico. Viajan a distintos puntos del país, donde se encuentran estudiantes piquenses, están en una reunión de amigos, en un viaje o en el mate de todos los días.  ¡Me das una docena por favor!…