Así lo indicó el Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias, José María Romero, quien calificó tal situación como “la industria más poderosa que tiene la provincia; la industria del conocimiento”.
En contacto con infopico.com, Romero sostuvo que “ese dinero, en un 90% procede de localidades que no son Pico, que no son La Pampa y en un altísimo porcentaje procede de Nación”, señaló.
“Pensar en una industria (la industria del conocimiento), que involucre a unos 250 empleos directos, mil alumnos que son de algún modo plata que ingresa de otros empleos indirectos que están relacionados con ellos, estamos hablando de un industria que mueve una cantidad importantísima de dinero y obviamente de mano de obra, trabajo y posibilidades para el sector de servicios de esta ciudad”, sostuvo el Decano.
Más adelante puntualizó que “normalmente no lo vemos. Sabemos que existe la Facultad de Veterinarias, todos la asociamos con el prestigio, con capacitaciones, eventos, colaciones de grados y que forma parte del paisaje familiar, pero nadie toma conciencia y piensa que esto es la industria más poderosa que tiene la ciudad de General Pico. Y si hablamos de la Universidad Nacional de La Pampa, tenemos que hablas de unos dos mil millones de pesos, pensando en sueldos directos e indirectos”.
La Universidad tiene casi 900 millones de pesos que vienen del tesoro nacional. A esto “le tenemos que sumar unos 10 mil alumnos con un gasto muy básico de 120 mil pesos por alumno, estamos sumando mínimamente 2 mil millones de pesos. Indudablemente la industria más poderosa es esta industria del conocimiento. Una industria sin chimeneas donde se forman manos de obra calificada que van a trasformar la capacidad productiva de la provincia”, indicó.
¿Cuánto ha influido el hecho de que la Facultad haya sido calificada en el mismo nivel de las mejores de sudamérica?
“Acreditar en el Mercosur, que lo han hecho sólo 8 facultades, significa una especie de responder a normas ISO donde tenés patrones donde sabés cómo vas a ser evaluado, registros, la cantidad de egresados, las tasas de retención, la calidad de enseñanza, el material bibliográfico, las instalaciones, las posibilidades del aprendizaje, docentes, relación docente/alumno, son todos parámetros que son observado de manera regular y sistemática, lo que obliga a seguir un protocolo del cual no podemos desviarnos”.