Si bien es una tendencia de los últimos años, en esta Navidad se notó mucho el descenso en el uso de artefactos pirotécnicos.
Los mayores controles a los vendedores, los presuntos controles a quienes hacen uso de los elementos, las campañas de concientización o el precio importante de este tipo de productos, cualquiera de estos motivos pudieron ser la razón para que en General Pico se viviera entre ayer y hoy unas fiestas “menos explosivas”.
Ya en los últimos años se sintió la baja en el uso de artefactos pirotécnico, pero en este 2016 fue mucho más marcado el descenso en lo que hace a General Pico y, por lo que informaron medios colegas, también en el resto de La Pampa.
En las horas previas al fin de la Noche Buena y el comienzo de la Navidad, apenas se sintieron algunas que otras detonaciones en la ciudad norteña. En la medianoche fueron pocos los vecinos que optaron por hacer uso de petardos o cañitas voladoras, en un periodo que en el tiempo no duró más de 10 o 20 minutos.
Sin duda que para personas y animales la modificación en la actitud de los vecinos fue bien recibida. Por citar un ejemplo positivo, esta navidad, a diferencia de años anteriores, no hubo ni un solo ingreso en la guardia del hospital Gobernador Centeno por personas heridas por artefactos pirotécnicos.