El sospechoso del asesinato de Geraldo estará detenido hasta el juicio. Tiene importantes antecedentes.
En la Sala de Audiencias N° 1 del Palacio de Tribunales de General Pico se llevó a cabo hoy la audiencia de Formalización contra Diego Torres, un empleado rural de 37 años, quien está sospechado de asesinar de una puñalada en la jornada de ayer a Juan Carlos Geraldo (41), en un hecho ocurrido en la madrugada de ayer en el Metileo Fútbol Club.
Según el relato de la fiscal Ivana Hernández, quien estuvo acompañada por la fiscal adjunta Emilia Oporto, el hecho se dio alrededor de las 6:30 horas del domingo en el ingreso al salón de la entidad deportiva, donde los protagonistas mantuvieron un altercado verbal. Tras el mismo Torres le asestó una puñalada por la espalda a Gerlado, descartó el cuchillo en la cantina y se marchó del lugar rumbo a un predio rural, donde fue detenido luego por la Policía.
Contó que la víctima, malherida, caminó unos 15 metros hasta el sector donde está ubicado el escenario, tomó una mochila de su propiedad y cayó desplomado, muriendo minutos después.
Hernández solicitó la formalización de la investigación fiscal preparatoria bajo la figura de “homicidio simple”, que prevé una pena de prisión efectiva que va de los 8 a los 25 años.
Pidió luego que se realice una rueda de reconocimiento de personas, para que los testigos presenciales confirmen o no si el imputado fue el autor del hecho, y otra de reconocimiento de objetos, para que indiquen si el arma blanca secuestrada es o no la utilizada para el crimen.
Finalmente, requirió la prisión preventiva hasta la finalización del proceso para Torres, argumentando que por la pena en expectativa existen riesgos de fuga y de obstaculización de la investigación, en caso de que el hombre quedara libre.
Informó la investigadora que el empleado rural cuenta en su haber ya con tres condenas. La primera fue en el año 2001, por “lesiones leves”; la segunda en el 2003, cuando le impusieron 5 años y 3 meses de cárcel por “tentativa de homicidio” al dispararle en el rostro a una persona; y la tercera data del 2009, por “violación de domicilio”.
El defensor de Torres, el abogado particular Oscar Ortiz Zamora, no presentó oposiciones a los pedidos de la Fiscalía, aunque consideró “excesiva” la preventiva hasta el juicio.
A la hora de decidir, el juez de control Alejandro Gilardenghi aceptó todos los pedidos del Ministerio Público Fiscal.