Lo aclaró la fiscal Ballari. Admitió que existen lesiones pero no pueden probar su procedencia, por lo que quieren escuchar al menor.
“La formalización es la puesta en conocimiento de que se está llevando a cabo una investigación en contra de una persona, lo que no significa que esté condenada ni nada cercano a eso, simplemente se le comunica que la Fiscalía investiga un hecho”, aclaró a infopico.com la fiscal Ana Ballari, que investiga el caso de presunto maltrato infantil en el que está imputado un concejal píquense.
“Normalmente en estas audiencias se piden determinadas medidas, como se está investigando la presunta comisión de un hecho que damnifica a un menor de edad simplemente se ha pedido que se tenga por formalizada la investigación y que se reciba, en el ámbito de Cámara Gesell, el testimonio de la persona que resulta víctima”, agregó.
Señaló que en este caso se investiga “una presunta agresión física, no tenemos constatado ni fecha, ni cantidad de hechos. Tenemos constatadas unas lesiones que no sabemos cuándo se produjeron, si fueron en un mismo hecho, si fueron accidentales, si se le pueden imputar a alguien, no hay precisiones al respecto”.
Informó que “el forense ha planteado que el niño tiene algunas cicatrices que son de larga data, algún hematoma que pueden ser producto de la vida cotidiana de cualquier chico que juega y que se golpea, pero al fin y al cabo tampoco puede determinar cuál es el origen de estas lesiones, por eso es que pedimos el testimonio para que eventualmente si el menor quiere hablar que hable, sino lo desea que no lo haga, porque uno no puede forzar a la víctima y la única fuente que nosotros tenemos para dar por cierta la existencia o no de un delito es su testimonio”.
Indicó la investigadora que “actualmente no hay ninguna restricción, en un principio el menor estuvo viviendo en otro lugar. Creo que la familia ahora está unida”.
Por último comentó que la Fiscalía citó a las maestras que denunciaron el presunto maltrato “para profundizar en la entrevista, pero los datos que ellas tienen son los que presentan en la denuncia. Ellas no pueden dar fe que el niño haya sido agredido, pero tienen el deber de cuando toman conocimiento de una situación de esta naturaleza denunciarla en Fiscalía o la Policía y es lo que han hecho, pero no pueden aportar mayores datos sobre esto”.
Sobre qué fue lo que llamó la atención a las educadoras precisó que “en principio habría habido una especie de discusión del nene con un compañero, el niño se habría angustiado y allí habría manifestado alguna especie de conflicto familiar, pero nada más que eso. Ese ese el puntapié para que las docentes se presenten a denunciar, ante la sospecha de alguna agresión”.