Verna, y la depuración K en el justicialismo nacional

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16 Agosto, 2016 a las 15:10 hs.

Por Norberto Asquini



Tan así, pero no tanto. Esa es la explicación que dieron los voceros del gobernador Carlos Verna sobre la divulgación de un pedido para expulsar a Daniel Scioli de la conducción del PJ por la foto que se había sacado junto a la ex presidenta Cristina Fernández. Las palabras fueron dichas vía telefónica a un ex mandatario de otra provincia, que no pudo impedir, o no quiso, que se filtraran a la prensa.

Fue durante el encuentro de la mesa chica del justicialismo nacional en el hotel Savoy, donde no estuvo Verna, en el que un espíritu en común sobrevoló la reunión. La reprobación a Scioli existió. En ese sentido, el pampeano es parte del ala más “pejotista” del justicialismo nacional. Por no decir anti-K. Otros están en la misma línea, aunque son menos enfáticos.

El PJ se está reconfigurando luego de la derrota de 2015. Cómo ocurre cada vez que no tiene la presidencia, el poder se dispersa y pasa a manos de quienes tienen el control territorial. Son los que deben buscar la solución para enfrentar a Cambiemos en 2017 y una salida presidencial de cara a 2019. Frente al presidente Mauricio Macri, se presiona y negocia, pero no por eso se pone en discusión la gobernabilidad. El justicialismo acompaña, aunque marca diferencias. Por otro lado, está ver qué hacer con el kirchnerismo. Para muchos una molestia y ahora una carga luego de los casos de corrupción conocidos que implican a ex funcionarios y sobre todo de la radicalización de las posturas de CFK frente a los embates mediáticos y judiciales.

Verna, siempre anti-K, disidente e hiper-crítico al kirchnerismo cuando estuvo en el Congreso, representante del peronismo convencional o tradicional frente a las injerencias de CFK en La Pampa, representa el sector, cada vez más mayoritario, de los dirigentes nacionales que quieren la depuración de las filas justicialistas. Aunque todavía está frío el tema, esa podría ser la línea que se bajaría en el próximo Congreso provincial del PJ pampeano a realizarse en septiembre.

El mandatario pampeano está entre los que tienen la manija del PJ nacional y promueve una línea dura. Está en la mesa chica, integrada por los que estuvieron en el Savoy: gobernadores y algunos senadores como Miguel Pichetto. Son los que entienden que el poder pasa por el territorio y que quieren restablecer lo que consideran la identidad del peronismo y despegarse del kirchnerismo, al que consideran como una anomalía de ese movimiento. El chaqueño Domingo Peppo es otro de los mandatarios que piden “volver a nuestras esencias y a nuestros principios”. A Verna y Peppo se los señala como los que piden apurar el trámite. De esta manera, el pampeano pone en discusión el rol y el papel del presidente del PJ, José Luis Gioja, un nombramiento que ahora considera erróneo porque ha demostrado ser muy moderado, dubitativo o al menos mostrar poco compromiso, para terminar con la influencia del kirchnerismo en el PJ. Entiende, como lo hacen otros, que más que una molestia, la presencia de CFK pone en juego las posibilidades electorales para 2017 y no deja organizar al justicialismo. De hecho, hubo avances para quitarle el nombre de Frente para la Victoria a los bloques en el Congreso y de dejar esa sigla para la historia.

Verna habla con sus pares provinciales y parece tomar forma la idea de una comisión de acción política que incluya a los jefes territoriales, gobernadores, algunos intendentes del conurbano bonaerense y determinados senadores. Una suerte de “Liga de los Gobernadores” como se hizo luego de la salida de Carlos Menem, pero con otros objetivos políticos más que el de presionar al gobierno de turno.

Reorganizar al justicialismo nacional frente a la fragmentación interna y ponerle coto a Macri serán los dos temas principales que tendrá esa comisión de jefes peronistas como tarea en los próximos meses. Entre estos, pesa Verna.