Los dos semestres de Verna: El equilibrio y la tormenta

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9 Agosto, 2016 a las 15:00 hs.

Por Norberto G. Asquini



Una publicación la semana pasada en la tapa del diario Ambito Financiero encendió la alarma del equipo económico de La Pampa. En los próximos meses, analizan los periodistas en base a la información disponible, la recaudación nacional se desplomaría y bajarían los fondos que ingresen a la provincia por Coparticipación. En paralelo, esta semana comenzará la segunda pinza que se cierra sobre el panorama actual de la gestión económica de Verna: las negociaciones paritarias con los sindicatos de empleados públicos. Los gremios adelantaron que quieren un aumento del 14% y los docentes del 15%. Cada punto representa 80 millones de pesos en el año según estimaciones de Hacienda.

El equipo económico debe estar esperando ese tsunami. Las perspectivas preocupan. Y ponen en peligro el logro económico, para la gestión vernista, del primer semestre: el equilibrio de las cuentas provinciales.

La masa salarial es el frente más urgente. Según se desprende de las declaraciones del presidente del Instituto de Seguridad Social, Miguel Tavella, en lo que va del año se aumentó el 28%, pero llega al 31% si se considera el pasaje de las sumas bonificables. A eso se suma que el incremento interanual de los sueldos estatales, de junio de 2015 a julio de 2016, trepará al 45%. Pocos sectores, explican los voceros oficiales, han recibido esa pauta.

La otra pinza, la caída de la coparticipación, impactará sobre el ordenamiento conseguido en los primeros meses de la gobernación de Carlos Verna. Durante el primer semestre los municipios, una de las “cajas negras” de la Provincia que heredó la actual administración, fueron ordenados y tuvieron que ajustar sus cuentas. La ausencia de pedidos de adelanto de Coparticipación indican que han quedado estabilizados y desde hace tres meses -mayo, junio y julio- que los intendentes no los piden para pagar sueldos. Ni siquiera para los aguinaldos. Un nuevo aumento de sueldos, en ese sentido, podría desequilibrar sus cuentas, y es algo que también van a tener muy en cuenta en Provincia a la hora de sentarse a negociar con los gremios. Si bien las comunas pueden adherir o no al aumento que se negocia a nivel provincial.

“Las cuentas están al día, bien, pero al día”, indican las fuentes consultadas por el autor. Una de las perlas del ministro Ernesto Franco, el fondo anticíclico, todavía no se puede concretar. Se ha frenado la obra pública, si bien hay algunas licitaciones en marcha, pero no al ritmo que se esperaba. Hay fondos que están comenzando a llegar para atender la otra “caja negra”, la del ISS, como los 300 millones de pesos por el primer 3% del acuerdo de devolución del 15% de la coparticipación retenida desde 1992 para financiar la Anses. Llegaron los dineros nacionales adeudados para paliar el déficit de las cajas jubilatorias de 2016 por 400 millones y están ingresando los adeudados de 2015 por otros 498 millones, pero todavía hay tres años por cobrar.

Fuera de los municipios y las cajas de jubilaciones, las otras dos patas del Estado provincial, en el análisis de Franco que hizo durante la exposición que brindó ante los intendentes, que son la administración central y las empresas estatales, están bien. La Pampa es una de las seis provincias sin deuda con Nación. Las otras son Santa Fe, CABA, Formosa, Santiago del Estero y San Luis. En ese contexto, y para inyectarle fondos a la Provincia, se analiza la toma de 600 millones de pesos de un crédito de Nación a una tasa muy baja como parte del acuerdo por la devolución del 15% de la coparticipación. Pero lejos se está hoy del endeudamiento para pagar gastos corrientes.

La Provincia está asentada sobre la piedra del equilibrio conseguido con el ordenamiento del primer semestre. Ahora se espera que la segunda parte del año no se convierta en la tormenta perfecta para las cuentas pampeanas.