En su declaración el acusado por el homicidio de Sotelo sostuvo “defendí a mi familia”.
Rodolfo Rodríguez hizo hoy uso de la palabra y brindó de forma extensa su versión de los hechos. Contó que el día que mató a Julio Sotelo se dispuso a sacar la moto de su hija a la vereda, cuando fue insultado y amenazado por los hermanos Walter y Sebastián Fernández, e inclusive este último le apoyo un cuchillo en el estómago diciéndole “te voy a despancar ruso miliquero”.
Sostuvo que en todo momento tanto Sotelo, abuelo de los Fernández, como la madre de estos jóvenes “insultaban” y “los alentaban” a que siguieran con las conductas violentas. Además dijo que la víctima se mantuvo siempre a un costado, con algo que escondía detrás de sí y que aparentaba ser un arma de fuego.
Dijo que tras el encontronazo en la vereda, donde logró despojar al joven del cuchillo, entró a su propiedad siendo seguido por los mencionados y los hermanos Cáceres. Allí su mujer intentó llamar a la Policía, pero uno de los Cáceres le dio una patada para que no lo haga.
Cuando lograron entrar a la casa afirmó que su mujer intentó cerrar los postigos de una ventana pero nuevamente fue pateada y cayó sobre una silla, mientras que el sostenía la puerta al tiempo que los agresores le daban golpes con diferentes elementos. Acto seguido entraron al inmueble uno de los Cáceres y Walter Fernández, quien le colocó un cuchillo en el estomago a su hija y la amenazó de muerte.
La última amenaza fue lo que lo llevó a tomar la escopeta que estaba sobre un mueble, lo que provocó la huida de los intrusos. Luego salió al porche y disparó “al bulto”, sin darse cuenta que había herido a dos personas.
“Lo que me llevó a tomar la decisión de hacer esto es que yo tengo sentimientos muy fuertes con mi familia”, explicó Rodolfo Rodríguez. “Estoy pagando por algo que hice, pero estoy tranquilo, porque yo hoy podría estar en el cementerio llevándole una flor a mi hija”, expresó emocionado.
“A mí lo que me llevó a cometer el error que cometí fue cuando vi a mi hija amenazada de esa manera y por la persona que era amenazada. No era un pibito cualquiera, era alguien que a pesar de sus 20 años ha golpeado gente, amenazado, estropeado a un pibe, a mi me amenazaba continuamente, me tiró tiros a mi casa, no es una persona cualquiera, yo tuve miedo”, afirmó.
“Me arrepiento haber terminado con la vida de una persona mayor, pero cometí el error porque defendí a mi familia. Como ya dije, el sentimiento que tengo por mi familia es muy fuerte y los amo más que a mi propia vida”, remarcó.