Arrancó el juicio por la muerte en medio de un conflicto vecinal en barrio Ranqueles. Fiscalía insistió que fue un “homicidio simple”.
En la Sala N° 1 del Palacio de Tribunales de General Pico comenzó hoy el debate oral y público contra Rodolfo Rodríguez, quien el 20 de diciembre de 2015 disparó con una escopeta recortada contra un grupo de vecinos, ultimando a Julio Sotelo e hiriendo a Walter Fernández.
El fiscal Luciano Rebechi sostuvo que en el hecho no existen atenuantes y que el detenido efectuó el disparo cuando las víctimas, junto a otros familiares y amigos, se retiraban de su vivienda luego de protagonizar un entredicho. Por ello calificó lo ocurrido como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, “portación de arma de fuego de uso prohibido” y “lesiones leves agravadas por el uso de arma de fuego”
Por otro lado, también emitió acusación por “lesiones leves y daño simple”, en relación a una caso que se dio en septiembre del mismo año, cuando Rodríguez encontró en su propiedad a un menor familiar de los Fernández quien entró a buscar una pelota de fútbol. En ese marco el implicado habría dado una patada al niño y pinchado el balón con un cuchillo.
El defensor Armando Agüero se paró en la vereda de enfrente del fiscal y señaló que este tiene “una visión parcial” de lo ocurrido, con un “relato erróneo” en el que ignora varias circunstancias que rodearon el hecho. Remarcó que no se trató de un episodio aislado, sino que llegó como consecuencia de al menos un año de padecimiento de la familia Rodríguez, que fue amenazada, robada e insultada por los Fernández en varias oportunidades, algo que quedó reflejado en denuncias presentadas en Comisaría Segunda y la Fiscalía.
Respecto al hecho en sí, remarcó que previo al disparo hubo agresiones verbales y físicas, amenazas con arma y daños contra el acusado, su familia y la casa de estos. Sostuvo que el disparo fue efectuado cuando los atacantes, portando cuchillos, caños y otros elementos, ingresaban a la propiedad del detenido. Incluso indicó que uno de los Fernández, junto a un amigo de apellido Cáceres, entraron a la vivienda y dentro de ella amenazaron de muerte a la hija de Rodríguez.
Por lo mencionado el penalista consideró que su cliente actuó en “ejercicio de su legítima defensa”. Por otro lado, evitó referirse por el momento al otro episodio donde hay una presunta agresión a un menor.
A continuación declaró Rodolfo Rodríguez, quien de forma más amplia manifestó lo mismo que su representante legal e hizo especial hincapié en el nivel de conflictividad de sus vecinos, quienes viven frente a su casa desde hace dos años.
Por último fue el turno de los testigos convocados para la primera jornada de debate. En total fueron ocho las personas que prestaron su testimonio frente a los jueces de audiencia Marcelo Pagano, Florentino Rubio y Carlos Pellegrino.
