Con suma emoción viven una fecha tan significativa los referentes de la agrupación de danza, Andrea Muñoz y Lucas Quintero.
“Este año cumplimos 20 años, que han pasado en un abrir y cerrar de ojos. Nos preparamos para festejarlo todo el año, el primer evento fue el 11 de junio en el Viejo Galpón, con artistas amigos. Este es el segundo evento que hacemos, al que apostamos fortísimo, que es este próximo sábado en la Sociedad Española”, expresó Andrea en dialogo con infopico.com. Adelantó que para el último tramo del 2016 planean realizar otro evento con una característica especial, allí buscarán “mostrar todas cosas que hemos hecho en estos 20 años, mostrar con todas las categorías, todos los cuadros, todo el trabajo realizado”.
Lucas explicó que si bien no es la fecha de fundación, desde Alma de la Tierra “hacemos como si fuese nuestro cumpleaños el 20 de junio, porque fue una fecha para nosotros de quiebre, cuando nos invitó la Municipalidad a hacer una de las primeras veladas de gala y tomamos esa actuación como la que tenemos que festejar, si bien el grupo ya tenía un tiempito de formación antes”.
“Comenzamos con un grupo de juveniles, en su mayoría adolescentes y a medida que fue pasando el tiempo le pudimos agregar otras categorías como adultos o infantiles. Hemos llegado a contar hasta con 100 personas bailando”, recordó. Durante las dos décadas que llevan de ensayo y actuaciones, la agrupación “ha mutado, ha ido cambiando el grupo, se va renovando, pero siempre decimos que el mejor Alma de la Tierra es el que está en este momento”.
“Tenemos gente laburadora, pero que no se pierde ningún ensayo, hace todo lo posible por estar y colabora con la organización de la peña”, destacó el joven bailarín, quien valoró que muchos de los integrantes que han pasado en diferentes etapas por el ballet lograron abrir las alas, despegar hacia las grandes ciudades y hacer del baile su medio de vida, como es el caso de la piquenese Nuria Lazo, considerada una de las mejores bailarinas de tango del mundo.
Andrea Muñoz admitió que en los comienzos no imaginaban que durarían tanto tiempo sobre los escenarios y que lograrían el reconocimiento que tienen, el cual les permitió, entre otros logros, llegar al escenario de Cosquín.
“No pensamos en su momento que esto iba a llegar a 20 años, pero siempre hubo un respeto y un sentido profesional en la actividad –agregó Lucas Quintero-. Queríamos que esto creciera de la forma más profesional que fuera posible, si bien nadie vive de esto acá en Pico y todo lo que se genera –monetariamente- va destinado a elementos para el grupo, como indumentaria o calzado, sin embargo todos lo hacemos como si cobráramos todos los meses”.
Pareja fuera y dentro del escenario, Andrea y Lucas sienten desde su adolescencia la danza y el folclore de forma intensa, eso los llevó a prepararse para poder ser profesionales del baile, más allá de que no vivan de eso. Un sentido de compromiso envidiable, que el resto de los integrantes de Alma de la Tierra también comparte y ello es lo que les ha permitido perdurar en el tiempo, superar momentos difíciles donde el grupo quedó muy reducido y reponerse para llegar a donde llegaron.