El abogado, Walter Martos, dijo además que es necesario una capacitación para terminar con el patriarcado”.
“A la víctima de violencia de género, si no se la aborda adecuadamente o empodera para mantenerse firme en su denuncia, llegamos a un retractamiento que no permite una condena, y lo habitual en estos delitos es la reincidencia”, reveló Walter Martos, propuesto por el Poder Ejecutivo para ser fiscal en la primera circunscripción judicial, con funciones en delitos vinculados a la violencia de género, en su paso por esta Legislatura y ante los diputados integrantes de la comisión de peticiones, reclamos y acuerdos.
Martos, que hoy se desempeña como jefe de despacho en la fiscalía temática de género, dijo que “la Oficina de Violencia de Doméstica (que según la diputada Patricia Testa es estratégica para depurar causas y contar con datos estadísticos) es muy importante, por los profesionales en distintas disciplinas que la integran que la integran, que le brindan contención a la víctima desde distintos lugares”. Solo se lamentó de que “faltaría un médico permanente para completar el equipo interdisciplinario”.
Reconoció que la oficina del Superior Tribunal de Justicia “no está funcionando” y opinó que “los médicos y otros profesionales no deberían depender del STJ”.
Puesto a analizar la conveniencia de uno u otro recurso para resguardar la seguridad de una potencial víctima de violencia de género, Martos consideró “seguro” al botón anti pánico, “pero la pulsera electrónica lo es mucho más” para garantizar que el victimario no violente la restricción de acercamiento.
Valoró a la Dirección de Políticas de Género y a la Oficina de Violencia “que nos permiten hacer una derivación para que la víctima pueda iniciar un tratamiento o terapia”.
Reveló que el protocolo de intervención “inicia cuando el fiscal toma conocimiento generalmente a partir de un llamado de la policía, inmediatamente dispone la demora del agresor y el traslado de la víctima para que efectúe la denuncia y luego la exclusión del hogar del agresor y eventualmente se le otorga el botón anti-pánico a la víctima”.
Martos también dijo:
- “Siempre se prioriza evitar la exclusión de la víctima del hogar, quien debe irse es el agresor, pero si por algún motivo esto no fuera posible, apelamos al Hogar de Medio Camino.
- “Para que un juez disponga la prisión preventiva de un agresor se deben considerar una serie de cuestiones que no son fáciles de reunir y por eso es que, con una restricción de acercamiento al hogar, generalmente no queda detenido hasta el inicio de acciones judiciales el agresor.
- “La temporalidad –lapso en el cual el agresor no se puede acercar al hogar de la víctima- es de 90 días y está relacionado con el tiempo de investigación que se toma el fiscal.
- “Las falencias que hoy le observo al sistema, y es aquí donde le hago un pedido especial a los legisladores para su esclarecimiento, es la determinación de las competencias: qué debe investigar la fiscalía, qué la dirección de familia y el menor, qué el juzgado de faltas.
- “También creo que faltan recursos humanos, nos falta personal.
- “Me parece muy positivo tanto la instrumentación del Sistema Acusatorio como de las Fiscalías temáticas.
- “En este semestre hemos recibido 60 denuncias de agresión de reincidentes.
“¿Qué nos falta para revertir la sociedad patriarcal madre de la violencia de género? Capacitación, para todos, para policías pero también para los profesionales del Poder Judicial” .