Fue en General Acha los dos efectivos permanecían en situación de “pasiva”, acusados de maltrato a “un menor” que se demostró no lo era.
Se trata de los subcomisarios Rubén Darío Baz y Jorge Lucero, que ya fueron notificados y reincorporados con normalidad a la fuerza, de la que habían sido separados a partir de una denuncia de la diputada Adriana Leher, en la que se los acusó de violencia con un menor de edad, que finalmente se demostró que era mayor.
El episodio se registró en día 27 de mayo en ocasión que una patrulla policial regresaba de un allanamiento y le solicitan a una persona que caminaba por la calle, que lo hiciera por la vereda para evitar accidentes. El transeúnte insultó a los efectivos y cuando quisieron demorarlo, se resistió con violencia. No obstante, fue trasladado a la dependencia policial, donde pocas horas después recobró la libertad.
El joven involucrado estudia en el colegio nocturno y cuando concurrió a clase, comentó el episodio y en ese lugar la diputada Leher tomó fotografías de un derrame en su ojo y acusó a la policía de maltrato.
La investigación judicial arrojó como resultado que el joven que en principio lo habían presentado en una denuncia pública en un medio como menor de edad, no lo era y que las supuestas lesiones no eran significativas ni tendrían relación con el episodio denunciado, por lo que archivó la causa y los efectivos retomaron su actividad en forma normal.