Ocurrió al finalizar el partido de quinta división entre Ferro de Pico y Costa Brava. El encuentro se jugó en el Country de Ferro de Pico.
Es la mayor de las categorías formativas. Al parecer todo arrancó en la semana a través de las redes sociales y terminó cuando sonó el silbato del árbitro el sábado por la tarde.
Los dos equipos caminaron rumbo a la zona de vestuarios. La furia de uno y otro no pudo controlarse. Terminaron generando una batalla campal que necesitó de la presencia policial.
Una vergüenza. A este medio han llegado escritos que manifiestan su repudio y ponen en evidencia la formación de los adolescentes.
No es la primera vez que ocurren este tipo de hechos en partidos de equipos formativos.
Los responsables tendrán que hacer su análisis y determinar qué grado de responsabilidad le cabe a cada uno. Los padres saber y entender que sólo es un partido de fútbol y nada más y los chicos asimilar que al otro día vuelven a estar juntos en el barrio o en un colegio.