Se quemó el último lote de vacunas Sabín

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13 Mayo, 2016 a las 19:34 hs.

“Se queman porque las vacunas contienen un virus atenuado, no activo. Y cumplida la fecha de vencimiento, existe el riesgo de que esos virus puedan ser activados, porque lo que se vence son las sustancias químicas que lo mantenían inactivo”, explicó el Martín Serralta.

 



Tras declararse erradicada la Poliomielitis, se quemó esta mañana el lote de vacunas que quedaba en reserva en la provincia en el horno pirolítico, propiedad del municipio piquense. De esta quema participaron funcionarios provinciales y municipales en el Hospital ‘Gobernador Centeno’. 

Según informó Diego Martín Serralta, director de Control y Habilitación Comercial del municipio, la directora de Epidemiología de la Provincia, Ana Bertone, solicitó el permiso para quemar en el horno pirolítico de General Pico el resto de vacunas Sabín oral trivalente que se está descartando, a partir de que el 30 de abril se declarara erradicada la Poliomielitis a nivel mundial.

La Dirección de Epidemiología reunió todas las vacunas que quedaban en La Pampa, sumando un lote de aproximadamente tres kilos. 

“No se cuenta en La Pampa con otro horno pirolítico”

Para quemar diferentes residuos patológicos, instituciones de localidades donde no hay horno pirolítico, deben solicitar un permiso al Departamento de Saneamiento Ambiental, dependiente de la Dirección de Control y Habilitación Comercial.

“Muchas veces solicitan el uso del horno, de ahí la importancia de que siga en funcionamiento. Por el riesgo importante que tienen para la salud los residuos patológicos”, apuntó el funcionario. “Este horno implica gastos importantes para el municipio, por eso la necesidad de comprar uno nuevo, que seguramente reuniría condiciones ambientales más apropiadas, porque este horno no tiene filtro”, completó.

Vale aclarar que si esa basura patológica no es quemada, debe ser enterrada y conlleva riesgos ambientales y sanitarios importantes.