(De Marga Toranzo) Soy como el hilo, que a pesar de su delgadez…
Soy como el hilo,
que a pesar de su delgadez,
no sucumbe ante el peso del olvido.
Una roca inmóvil intentando destruir
el camino de la ignorancia.
Esa hoja de otoño perdida en el tiempo.
Aquel racimo morado de una pasión enfurecida.
Llama tibia de una vieja ilusión.
Melodía estridente que aviva la sangre.
El chirriar de un viejo violín.
La transparencia que ensombrece
el deseo de una gota
o el latido perverso
de un nuevo amanecer.
Vuelo de la musa de un cometa desamorado.
El andar cansino de un arroyo solitario
¿o el fuego helado de un amor imprudente?
Soy el remolino que agita la furia agresiva del volcán.
El segundo que reverbera la existencia.
Soy solamente una mujer.
Marga Toranzo