Piden llevar a 13.000 las garrafas que cuestan $ 55, ante el déficit energético por el que muchos pampeanos no tienen gas de red.
El diputado socialista Luis Solana afirmó que “la única empresa que no abandonó a los humildes fue la CPE”, luego de votarse en la Legislatura el proyecto que le reclama a Nación que amplié en 4.000 en número de garrafas sociales para aquellos pampeanos que no cuentan con los recursos para ese servicio”.
La Cooperativa Popular de Electricidad es la única que entrega la garrafa social en la provincia, ya que las firmas del sector no lo hacen. Actualmente se están vendiendo 9.000 y los legisladores reclamaron apoyando la iniciativa de Solana que se incremente el número porque no alcanza para todos los usuarios que la necesitan.
“En estos momentos de crisis económica con inflación, estancamiento de los sueldos y aumento de las tarifas de los servicios públicos es que uno se da cuenta de la importancia de la economía social. El mercado abandona a los humildes en estos momentos y es la economía social la que está ahí presente con un fin solidario”, destacó Solana.
La Cámara de Diputados reclamó ante el déficit energético que también involucra la provisión de gas natural en la provincia que se entreguen más de estas garrafas de 10 kilos y que tienen un costo actual de 55 pesos.
En Santa Rosa la CPE representa la única empresa que resolvió sostener en el tiempo la implementación del programa Garrafa para Todos. “El resto de los productores, seguramente debido a la baja rentabilidad del programa, exhibiendo una ausencia marcada de compromiso social, optaron por abandonar paulatinamente su aplicación”, dijo Solana.
Los habitantes que no pueden obtener la garrafa social deben abonar cerca de 110 pesos por el mismo producto, sobreprecio que muchas veces se pretende justificar por los gastos derivados de los fletes, entre otras excusas, explicó el legislador socialista.
El programa, implementado en 2008 por la Secretaría de Energía de Nación, pretendía ayudar al 40% de los hogares del país que no tienen acceso al gas por redes y por ende cocinan y se calefaccionan con gas envasado, aumentando sus costos.