Viajar hacia la obra de los Daneses, ubicada a pocos kilómetros de Quemú Quemú fue una experiencia de contrastes. Por un lado el dinero dilapidado del estado, de todos los pampeanos que pagan impuestos, en lo poco que quedó de la faraónica obra. Por el otro, el dinero a facturar por productores de esos mismos campos expropiados, intensamente verdes, sembrados de soja, el maíz o el girasol.
Antes de llegar al lugar, nos llamó la atención la cantidad de kilómetros de banquinas, propiedad de Vialidad Provincial, sembradas de soja. Y las preguntas aparecen. ¿cuánto pagan de alquiler los productores? ¿cómo se regula ese alquiler? ¿cómo se controla? ¿a quiénes beneficia?
Llegado al cruce con el camino vecinal que nos lleva a la obra de los Daneses, el cartel que lo indica se ha ido cubriendo de simbolismo. Está semi oxidado, herrumbado por la desidia del estado y el paso del tiempo. Indica que allí se construye la obra por un monto superior a los 33millones de peso (cifra que hay que ubicar en el año 2002-2003 para poder tener una dimensión real del costo) y el slogan “Argentina, un país en serio” remata la imagen.
A unos tres kilómetros adentro aparece el primer indicio de la obra: un inmenso alteo que situá al camino a unos cuatro, cinco y hasta seis metros más alto que los campos que lo circundan. Yuyos sobre la malla de concreto y las piedras que la sostienen y unos metros más allá, campos inmensamente verdes, productivos, que sin duda significará una rentabilidad fabulosa.
Uno de nosotros comenta que le resulta difícil imaginar que esas tierras hubieran estado inundadas o que se hayan elegido para ser contenedoras de los excedentes hídricos de la región. Otro se imagina una gran represa con agua y anula de su mente las imágenes de lo sucedido en el Meridiano V y quita de las posibilidades el terror de la gente a perder sus viviendas, sus poblados, sus campos, se aleja de la realidad.
El tercer comentario es ¿cuánto habrá costado esto? ¿cuánto dinero se les pagó a los productores que hoy usufructan el lugar cuando se expropiaron los campos? ¿cúanto dinero que se presupuestó para la obra que nunca llegó?
Intentamos vanamente ubicar los canales, que se habían proyectado por kilómetros, que iban a llevar el agua excedente de la región norte de La Pampa hacia el bajo. Y no pudimos discernir si fueon construidos y están tapados de tal forma por la maleza que es imposible encontrarlos, o bien no se construyeron.
La obra de los Daneses es una triste radiografía de parte de nuestra historia reciente. Una historia de mezquindades (productores agropecuarios que hacen juicio a la provincia y ponen trabas a la concreción de la obra pero que después critican y exigen su concreción), de abandono, de falta de previsibilidad, de miradas cortas que no ven más allá del día a día.