Jorge Gaitán ex combatiente y los hermanos Langé viajaron a las Islas Malvinas

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22 Enero, 2016 a las 16:40 hs.

El relato de Jorge es una mezcla de sentimientos. “sentí y viví muchas cosas en mi estadía en las Islas”, le dijo a Infopico.com.



“El viaje surgió cuando me llamó Miguel Langé y me propone ir a Malvinas. Yo ya tenía pensado ir, por lo cual le comenté que ya tenía adelantado el tema del hospedaje y demás.  Enseguida arreglamos la situación y conseguimos hospedaje para cuatro personas, es decir, para  Miguel, Pedro y Guillermo Langé y yo. Salimos un sábado de Buenos Aires en Aerolíneas, dos horas y media hasta llegar a Rio Gallegos y de ahí vía LAN Chile estuvimos en una hora en Malvinas”. 

Enseguida agregó que “el avión para en una base militar imponente (en este momento tiene unas 1500 personas) y tiene armamento de última generación”. 

¿Te reconocieron como ex combatiente?
El que viaja a Malvinas es aquel que le interesa el tema y el Veterano, o sea, ellos ya están acostumbrados a recibirnos. Te hacen algunas recomendaciones como por ejemplo, no sacar fotos dentro de la base y después antes de salir para acá, te recomiendan que no traigas nada que te pueda complicar, o sea, tierra, piedras, casquillos de bala, todo lo que ellos consideren que es peligroso” 

¿Cuántos días estuvieron en la isla?
Estuvimos 7 días que es lo mínimo que podés estar. Nosotros al día siguiente que llegamos fuimos al Monte Dos Hermanas y todos los días subsiguientes fuimos a un monte distinto, y recorrimos todos los lugares de combate. 

¿Qué te generó el llegar nuevamente a Malvinas?
Yo fui con una gran ansiedad, después pasó a ser muchísima adrenalina por todo lo que  vimos, en el cementerio mucha tristeza  y realmente lo que rescato es el valor de todos los muchachos que estuvieron peleando en Malvinas, porque la verdad, en la situación que se encontraban, en ese lugar vos ves los cráteres de bombas que hay uno al lado del otro decís…la miércoles…qué h… que tuvieron estos tipos; la verdad que es muy fuerte. 

¿Todavía hay resabios de lo que fue la guerra?
Sí todavía hay cocinas de campaña abandonadas, hay cañones, hay helicópteros derribados, encontrás ropa, casquillos de bala, cepillos de dientes, suelas de zapatillas. En ese momento de daban zapatillas Flecha para descansar los pies. Bueno, nosotros el domingo tuvimos 2 grados bajo cero, nos agarró una piedra muy chiquitita, nos agarró nieve, el viento es constante, así que la pasamos bastante mal, con mucho frío y eso que estábamos abrigados y preparados. Si vos lo trasladas a los meses de abril, mayo y junio, debe ser muy crudo realmente. Vivir ahí como vivieron nuestros muchachos, la verdad que esto es increíble, la valentía, la voluntad y la predisposición a esta situación. 

¿Hay respeto por el soldado argentino?
No, la verdad hay indiferencia. A ellos no les interesa que vayas, les da lo mismo. Ellos le apuntan mucho a los cruceros que llegan una vez a la semana, es decir, dos mil personas que entran en un ratito, se quedan cinco horas en la isla y le hacen recorrer donde habitan los pingüinos, el cementerio, los traen al pueblo y los sueltan para que gasten. 

Contó que en estos momentos “el segundo ingreso que tienen es el turismo, el primero es la pesca que ni siquiera la hacen ellos, la hacen los inmigrantes, chilenos y peruanos que vimos muchos”. 

Por último dijo que “la población creció a partir de la instalación de la base militar donde viven 1500 personas. Los malvineneses no están contentos con tener una base militar como la que tienen, por la cuestión que perdieron la tranquilidad que ellos tenían. El silencio es aterrador, para colmo, allá amanece a las 7 de la mañana o antes y oscurece a las 11 de la noche, es muy largo el día, y hay momentos de muchísimo silencio que por ahí lo cortan con un avión de guerra que pasa y no es nada simpático para ellos”.