A 40 años del asesinato de Salvador Delaturi

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13 Enero, 2016 a las 22:09 hs.

Hace 40 años era asesinado por un grupo de tareas el piquense Salvador Delaturi por sus actividades gremiales. Quedaba  una mujer viuda embarazada y un hijo huérfano de 3 años, que solo muchos años más tarde descubriría la verdad sobre la muerte de su padre y reconstruiría parte de su historia que es también parte de la trágica historia de la represión en Argentina. Carlos Delaturi la relata.



Su padre fue asesinado aún de democracia, bajo el gobierno de Isabel Martínez de Perón, con los grupos de tareas parapoliciales ya organizados y armados. Dos meses después los militares destruían las instituciones, se hacían del poder y empezaba la desaparición, la tortura, la muerte de miles y miles de argentinos por pensar diferente.

“Lamentablemente se cumplen 40 años del asesinato de mi padre y estoy recordándolo como siempre, como él era, luchando por sus ideales, por sus compañeros de trabajo, por su gente… lo tengo guardado en mi memoria como una persona que luchó y murió por sus convicciones”, recuerdo con lágrimas entre los ojos, Carlos Delaturi.

Salvador Delaturi había nacido en Pico y en la década de los ’70 se fue con su familia a trabajar a una fábrica a Ensenada, cerca de La Plata. “Hoy los dueños de esa propulsora siderúrgica son el grupo Roca, los Techint”.

Era delegado gremial en la fábrica y sufrió primero la persecución, luego el secuestro de su casa, desde donde lo llevaron a un escampado cercano y lo asesinaron junto a un compañero de la empresa. “Fue una patota de diez personas y lo mataron a sangre fría, sin decirles nada”, relató su hijo.

Tenía 3 años y medio y no tiene recuerdos de su padre. Su madre le explicó que había tenido un accidente en la fábrica y con esa historia creció hasta que a los 12 años un vecino le rebeló la verdad. “Y después de muchos años empecé a revolver la historia y conseguimos sacar eso que teníamos adentro y buscar la memoria, la verdad y la justicia, para que el viejo descanse en paz”, afirmó.

Su madre y él estaban en Pico cuando ocurrió y no volvieron a Ensenada. La mujer estaba embarazada y los compañeros de la fábrica le mandaron dos casas prefabricadas, pero nunca llegaron.

Los paramilitares robaron todo de la casa de Ensenada y también le robaron en nuestra ciudad, donde alquilaban. Su tío fue perseguido hasta que llegó la Democracia, en el ’83. “Le revolvían la casa y le dejaban la foto de mi papá en el departamento”, recordó.

Hay tres de esos represores en la cárcel, pero por la causa de los desaparecidos de Astillero Río Santiago. “Hoy queremos Justicia, meter en la cárcel a los siete u ocho que aún están libres. El año pasado hablé con el fiscal Shapiro, me tengo que presentar como querellante pero se me dificulta porque tengo que presentar un abogado querellante de allá, y no he podido viajar. Ojalá este año completemos eso”, afirmó.

En el diario Miradas del Sur, que salía los domingos con el diario El Tiempo Argentino, hay una entrevista realizada a uno de los represores, arrepentido, que identificó al reto. “La patota está identificada en forma completa. Uno de sus jefes era el Indio Castillo, uno de los asesinos de la Dictadura, pero que ya estaba en la CNU (Concentración Nacional Universitaria) secuestrando y asesinado en democracia, con Isabelita”, explicó Carlos Delaturi.

Sin embargo, no todo será tan fácil porque han hecho pasar a esa persona como demente. “Fue apretada, sin dudas. Hablé con el periodista, me dio todo lo que tiene y ahora hay que conseguir un abogado en La Plata que se dedique”, afirmó.

Y consideró que en la actualidad se perciben “signos de querer volver a la Argentina de la represión”. “Otras veces llegaba esta fecha y tenía ganas de luchar, pero este año estoy más bajoneado, y ojalá que la Justicia siga funcionando en las causas de lesa humanidad para mandar a juicio a todas las personas que fueron partícipes o cómplices en la época de la Dictadura Cívico Militar”.