En 2014 reconoció públicamente la presencia de droga en las escuelas, lo que le costó muchas cosas, entre ellas una carrera de 28 años.
En las últimas horas se conoció la noticia, triste dado que fue la negativa culminación de un duro periplo de casi 2 años por el que atravesó el uniformado simplemente por cumplir con su deber con la sociedad y admitir en los medios un problema que todos los ciudadanos conocen.
Allá por enero del 2014, mientras realizaba su resumen de las labores del área Toxicomanía Preventiva de la UR II, el comisario inspector Ricardo Fabián Garino tuvo la hombría de bien de “sacarse el cassette” y hablar con profunda sinceridad ante los medios locales.
El funcionario policial reconoció que uno de los problemas que detectaron desde el área que lideró una década fue la venta y consumo de droga dentro y cerca de los colegios.
Castigo
Lejos de ponerse a trabajar en la problemática, de la que previamente el policía informó por escrito, sus superiores se molestaron y le impusieron rápidamente una sanción disciplinaria por “no respetar la cadena de mando”, cuando se sabía que todos los jefes policiales estaba autorizados a hacer su resumen del años 2013. Más allá de que le abrieron un sumario, de inmediato le aplicaron un castigo de 15 días de arresto en su domicilio, sin dejar siquiera que se defendiera.
La pelea de Garino y de su abogado personal, el doctor Oscar Ortiz Zamora, no tuvo efecto y la pena se mantuvo, en buena parte por la determinación política de silenciarlo. Si bien el castigo fue impuesto por el entonces jefe de la UR II, comisario mayor Ciro Coronel, hubo un respaldo “de más arriba” que quedó evidenciado cuando el ex ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Leonardo Villalva, lo calificó al uniformado como “mendaz”.
Hechos comprobados
Con el tiempo se comprobó fehacientemente que en nada mentía el comisario inspector. Por un lado ayudo el “lapsus verbis” que tuvo el ex delegado del Ministerio de Educación de la provincia, Gerardo Rossi Ferrari, que meses después de admitió públicamente la misma problemática que le costó una sanción al efectivo piquense y que fue desmentida por el ministro Villalva. Cabe recordar que el ahora juez de Faltas de la Municipalidad de General Pico no duró mucho más en su puesto.
Pero no solo eso convalido lo dicho por Ricardo Garino, sino que a las palabras se le sumaron hechos, como los varios allanamientos realizados en el 2014 y en este 2015, donde se desbarataron lugares de venta de estupefacientes ubicados en cercanías de instituciones educativas.
Perjuicio
Garino ya no fue el mismo desde aquel día, todo en su vida profesional y personal cambió. Para alguien que durante casi 28 años integró la fuerza policial, el arresto fue más que un castigo, fue un golpe que dolió y mucho.
Lamentablemente ese puñetazo no fue el único que el efectivo policial recibió, ya que también se lo privó de un ascenso merecido ascenso a comisario mayor. Habiendo obtenido puntaje perfecto de 100 unidades en las evaluaciones correspondientes, la Jefatura de Policía comandada por el comisario general (R) Ricardo Baudaux lo dejó fuera de la nómina de los ascendidos.
Con todo esto el sincero uniformado sufrió una depresión por la que requirió tratamiento psicológico y que le impidió retornar a las funciones. Finalmente el pasado mes de julio se lo notificó desde la Jefatura que ya no tendría que volver, porque su retiro era un hecho. No importó que faltara poco para que el comisario se retirara por su propia voluntad y cerrara así, de forma honorable, una interesante carrera destinada al bien de la comunidad.