Le “bombardearon” la casa a botellazos

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28 Diciembre, 2015 a las 11:57 hs.

Un problema vecinal hizo eclosión ayer cuando seis adolescentes “bombardearon” la casa de la familia de Celia Gómez con botellas. Además hubo amenazas de incendio a la vivienda. El hecho ocurrió en calle 12 al 1500.

 



Celia Gómez es la vecina damnificada. Hace muchísimos años que vive junto a su marido en el barrio Este, y siente a los vecinos como su familia. “Ya somos todos gente grande, que vimos crecer a nuestros hijos”, dijo.

Sin embargo, la paz del barrio se habría visto interrumpida hace unos cuatro meses cuando se alquiló la vivienda contigua a su casa. 

El 25 de diciembre, Celia y su marido fueron a pasar Navidad a lo de unos parientes. Cuando regresaron se encontraron con que les habían robado un motocicleta que estaba en el patio, un cisne de decoración de jardín, las luces de Navidad con que habían decorado las aberturas, un cuadro que estaba en la galería, la campanilla de la puerta.

El hecho se registró sobre las 5,30 hs. Celia radicó la denuncia en la Comisaría Segunda el mismo 25, pero nadie se acercó a tomar huellas, fotografiar el lugar u observarlo para realizar luego las pericias correspondientes.

Cuando las vecinas, ayer alrededor de las 19,30 hs, se enteraron que se había radicado la denuncia, se desató el conflicto mayor, pues la fueron a insultar y amenazar.

“Salimos con mi hija menor y las corrimos, les dijimos que no se sentaran en la vereda. Eso hizo que empezaran a tirar cascotes y botellas de vidrio. Nos tuvimos que encerrar en la casa porque era una guerra de botellas que volaban sobre el patio, el jardín y el patio”, recordó angustiada Celia.

Llamó a la policía pero como no llegaba, abrió la puerta del costado de la casa (vive en una esquina) y le pidió a los gritos a los vecinos que convocaran a las fuerzas de seguridad.

Al lugar arribó personal de Comisaría Cuarta del Menor y la Familia y se llevó a las seis chicas, ya que también agredían e insultaban a los uniformados que habían llegado anteriormente.

En medio del griterío, las adolescentes dieron el nombre de un joven quien habría robado una moto. En horas de la noche, el joven se acercó a la casa a explicar que no tendría responsabilidad en el hecho y que estaba cumpliendo un condena condicional.

Celia habló anoche con el jefe de la UR II, Javier Marotti y pidió un guardia al menos por 12 horas porque tenía miedo de que incendiaran la casa. “Fuimos muy bien atendidos por Marotti, pero no podían venir”, dijo.

“Los de la Cuarta llevaron a las chicas al Hogar de Madres Solas, les consiguieron lugar por dos días”, informó la mujer.

“Crié a mis hijos en esta casa, la hicimos con mi esposo, enfrente y al lado viven las familias de toda la vida, somos todas personas mayores. Ahora tenemos este problema con una casa alquilada que no tiene ni luz, ni agua, ni gas… y no sabemos como seguir”, dijo la mujer entre lágrimas.