El Colegio de Escribanos de La Pampa suspendió la matrícula de una profesional, durante diez días, por supuestas irregularidades en el ejercicio de su profesión. La danmificada radicó una denuncia penal, pero aún no se hallaron elementos suficiente para presumir que se está frente a un delito.
El caso llamó la atención pues el martes pasado hubo un allanamiento policial ordenado por el fiscal Alejandro Gilardenghi en el estudio de una escribana que tendría su estudio en una localidad del norte provincial. El procedimiento resultó negativo pues no se hallaron la documentación ni los sellos buscados.
La denuncia la habría radicado una mujer que realizó una transacción comercial con un terreno pero no lograba que el trámite concluyera. Ante la requisitoria a la profesional, la mujer habría respondido que ya estaba iniciado y para ello habría entregado una fotocopia donde constaba.
La clienta, no conforme con el papel, se comunicó con el Registro de la Propiedad en Santa Rosa, desde donde se le informó que no se habría iniciado el trámite.
Ante ello, presentó un reclamo ante el Colegio de Escribano quien al constatar el hecho suspendió la matrícula de la escribana por el término de diez días.
Pero además, la mujer radicó la denuncia ante Fiscalía de Santa Rosa, que remitió el expediente a Tribunales de General Pico. El fiscal General subrogante cuando llegó la denuncia, Alejandro Gilardenghi comenzó entonces a investigar y ordenó un allanamiento.
Solo conformaría un delito si el papel fotocopiado que entregó la escribana fuera un documento público. De no serlo, solo se estaría ante un mala práctica profesional, ya sancionada por el Colegio de Escribanos.