La subcomisaria Silvana Ovín, titular de la Comisaría Cuarta, afirmó que no son más de quince los menores de 16 años que de manera reiterada ingresan a la comisaría por hechos delictivos. En general no tienen tutores adultos que los contengan, y muchos no van a la escuela. Los chicos cuyos padres se preocupan por hacer algo por sus hijos, “no vuelven a delinquir”, afirmó.
Explicó que “los chicos de 15 años para abajo son inimputables, es decir no se les puede imputar, se los considera responsable de un hecho delictivo pero no tienen una pena. Se les aplica una medida tutelar, que es una medida tendiente a que no vuelva a repetir este tipo de conducta, basado en un seguimiento de los equipos técnicos basado en la cuestión familiar, psicológica y demás. Por ahí se le impone la prohibición de deambular de noche sin la presencia de un adulto y la medida más extrema es la derivación a algún tipo de instituto como el IPESA”.
Cuando tienen 16 y 17 años, la cuestión depende del tipo de delito. “Si el delito tiene una condena de más de 3 años, pueden ir presos como una persona adultos, pero si no tienen el mismo tratamiento que los menores. Cuando son demorados, en Pico en general van a Comisaría Tercera, que tiene celdas especialmente acondicionadas para ellos”, explicó.
Afirmó que “en Pico no son más de 15 chicos menores de 16 años que los fines de semana ingresan una y otra vez por algún hecho, peleas, robos, hurtos… digamos que son los chicos que decimos ‘son conocidos del ambiente’, aunque no es la mejor forma de decirlo. Son chicos que entran una y otra vez”.
Y sostuvo que con ellos hay que trabajar en la cuestión familiar, las amistades, la reinserción escolar “para sacarlos de esta situación de conductas delictivas. Muchos de estos chicos se insertaron en un programa especial educativo que se desarrolla en calles 3 y 32, basado en la práctica”.
Analizó que el problema mayor son los adultos de esos chicos. “Son muy pocos los padres que, cuando vienen a buscarlos preguntan qué puede hacer. Generalmente se enojan con nosotros, o no quieren venir a buscarlos, o tenemos que llevar a los chicos a la casa, o vienen pero en el tiempo que tardamos en llevarlos de la sala de demorados a la sala de espera, los padres ya se fueron…. Son pocos los padres que están preocupados. Y la realidad es que los chicos de esos padres, que están preocupados, no vuelven a delinquir”.
Cuando no hallan a ningún adulto que se haga cargo, se convoca al equipo que está de guardia (generalmente ocurre los fines de semana en horas de la noche) en la Subsecretaría de Desarrollo Social, quienes analizan dónde ubicarlos.
Consideró que muchos chicos buscan límites pero no los tienen de parte de sus adultos tutores, por eso buscan de alguna manera los límites que les ponen la autoridad policial. “Y nosotros ponemos límites con fundamento”, dijo.
Por último explicó que en el año 2014 tuvo cien causas judiciales menos que en año 2013, y “este año vamos por el mismo camino, todos los años vamos bajando la cantidad de causa”. Y consideró que es el resultado de la implementación de la nueva Ley de Niñez y Adolescencia.