En la Justicia píquense comenzará mañana la primera de las tres audiencia orales y públicas que tiene como acusado de homicidio simple de Miguel Ángel Chávez al joven Leo Andrés Soloppi, de 18 años de edad, por un crimen cometido en abril de este año en el barrio Indios Ranqueles.
Pasarán unos veintes testigos propuestos por las partes. Por un lado, la fiscala Ana Laura Ruffini fue la responsable de la investigación y será de la acusación, por el otro el abogado particular Gustavo Marrero defiende a Chávez. El juez de Audiencia Fabricio Losi coordinará el debate y resolverá a la semana de concluirlo.
Cabe recodar que el 19 de abril de este año, en calles 500 bis y 535 del barrio Indios Ranqueles, se había provocado una pelea entre jóvenes, que era observada por otros muchachos del barrio. Pasó una mujer y los increpó porque no se metían a separarlos. Uno de ellos le respondió con improperios y tras ello, el joven Soloppi, hijo de la señora, buscó un cuchillo y le asestó una puñalada en el pecho a Chávez, provocándole la muerte.
En un principio, el acusado declaró su responsabilidad en el hecho pero adujo que no quiso matarlo sino que fue un accidente el desenlace fatal. Fue en el principio de la investigación fiscal cuando era asesorado por la abogada Norma Ricciardi. Luego cambió de abogado defensor y aún no se conoce cuál será la estrategia del letrado para defender a su cliente.
Además de los numerosos testigos (algunos habrían pedido protección policial por temor), las ropas utilizadas por Soloppi y el cuchillo que supuestamente utilizó, serán presentadas como pruebas. Cabe recordar que en principio, sería acusado de homicidio simple, un delito que prevé una pena de entre 8 y 25 años de prisión.